Desde hace un tiempo y sobre todo post pandemia, la gastronomía tomó otro rumbo. Tuvo que adaptarse a determinados formatos y, sobre todo, ante una circunstancia donde el consumidor cada vez se tornó más exigente. Es por eso, que muchos han optado por transformar la visita de sus comensales en una experiencia, que incluya pasos, platos con una decoración particular y un concepto que atraviesa todas las etapas de un servicio. 

En Argentina, esta tendencia estuvo en auge. Inclusive, muchxs chef que durante los últimos años trabajaron en el exterior con importantes proyectos, post pandemia volvieron a su país natal para emprender con todos los conocimientos adquiridos. Así fue como la industria gastronómica en Argentina se impuso con una variedad de colores, formas y experiencias. Hoy en hellomoto te contamos los más destacados:

ANAFE

Mica Najmanovich y Nico Arcucci se conocieron en la secundaria. Si bien ambos se dedicaron a la gastronomía, cada uno tomó su rumbo académico y laboral, formándose y trabajando tanto en Argentina como en el exterior (Australia y España). Luego de algunos años, se volvieron a juntar en Buenos Aires, “su ciudad favorita” para crear un pequeño proyecto que creció a pasos agigantados. 

Al principio nació como un Pop Up en casas de amigos y vecinos. Luego decidieron hacerlo a puertas cerradas en un edificio de Chacarita. 

Pero ante la demanda, dejaron la Secret Location para abrir las puertas a la calle en 2021. Anafe nace ante su propia necesidad de buscar un lugar cómodo, simple, que se coma muy rica y se tome buen vino. 

No pasó mucho tiempo para que se consagren una de las revelaciones de Buenos Aires: al año de haber abierto se posicionaron en los 50 Best One To Watch 2021 LATAM.

¿Cuál es su innovación? Como una esponja, absorbieron todas las técnicas de las diferentes culturas que conocieron y las depositaron en sus recetas. Utilizan técnicas asiáticas para platos italianos, sabores de medio oriente para preparaciones francesas y así sucesivamente. 

El hecho de tener una vajilla poco ostentosa, unos platos cuya estética es muy fotografiable y una carta de vinos orgánicos, boutiques y de todas partes de Argentina, lo convierten en una opción innovadora que llegó a las calles porteñas. 

 

CANG TIN: Comida vietnamita

La cultura oriental tomó cada vez más protagonismo y una de las razones fue el amplio portfolio de series y películas en las plataformas de streaming. Documental sobre street food, películas con carácter social, entre otras cosas, son algunas de las temáticas que podemos encontrar y que de alguna manera nos sumergen en su cultura.

Con este auge, cada vez se popularizó mucho más la gastronomía, la forma más sabrosa y encantadora de enamorar a un comensal. Entre ellas, está la comida vietnamita y entre los nuevos referentes de Buenos Aires está Cang Tin, la cantina Thai Vietnamita. Allí mezclan los característicos sabores: dulce, salado, ácido y una oleada de condimentos intensos que quedan impregnados en la nariz. 

Cang Tin ofrece platos muy aledaños a su cultura de origen y el armado de los platos es tan armonioso como tentador. La experiencia está en el local: mesas con sillas de colores y una barra en el centro circular donde en el centro se encuentra la kriptonita: la gran cocina. 

Los platos, además de tener una presentación envidiable, están hechos de cerámica o de bamboo y los colores nos llevan a fusión entre la selva y el agua del mar. 

Si estás buscando un lugar para descubrir nuevos sabores, es por acá.

 

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Piedra Pasillo al Fondo

El barrio de Nuñez cobija a una vieja casona de principios de siglo XX que, lejos de mantener su vida estructurada, hoy la embellece un espíritu moderno y minimalista. Es que desde el 2022, la acontece Piedra Pasillo al Fondo, una experiencia gastronómica que despierta ante paredes rústicas, una vajilla de cerámica de diseño, una amplia y ambiciosa carta de vinos y un menú exigente que atrapa a los más minuciosos ingredientes de alta alcurnia. 

El restaurant ofrece un recorrido que está escondido en su nombre: Piedra Pasillo es el salón donde la magia culinaria ocurre y al fondo -al fondo bar- es el bar a donde los invitados pueden ir una vez que terminen de comer. Allí, conoceran los cocteles de autor que enaltecen con ingredientes disruptivos, colores y espiritusos de muy buena calidad. 

Los platos tienen una sutil presentación y el menú está propuesto para probar diferentes platitos que se puedan compartir. El vino es un gran acompañante y para eso, ofrecen una gran variedad de etiquetas boutique, orgánicos y bodegas premium para descubrir nuevos sabores. 

Si estás buscando un lugar para apreciar los sabores y la arquitectura, podés reservar y conocer la información de Piedra Pasillo al Fondo, acá.

 

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Amador Cantina

Tradición e innovación. Este es uno de los claros ejemplos donde ambos conceptos pueden convivir a pesar de su controversia. Amador Cantina toma lo que inicialmente fue un clásico bodegón porteño, para aggionarlo y convertirlo en una experiencia gastronómica 100% vegana.

Su espacio físico es muy elegante y contemporáneo pero su corazón aún deja traslucir aquel recuerdo de algún club de barrio o bodegón donde los platos se sirven en platinas, las porciones son abundantes y el vino, vermut o soda son indiscutibles en la mesa. 

Las recetas tratan de mantener la misma sensación nostálgica de la cocina de nuestras abuelas pero con un toque de innovación a base de plantas: buñuelos, pasta, risotto, milhojas de papa, entre otros. 

Durante el verano, estarán ofreciendo el plus de la experiencia musical con ciclos de jazz. Podés ver toda la información completa, acá.

 

Warnes

Una de las tendencias que más surge en Buenos Aires y el mundo, es de los bares/restaurantes escondidos. Muchas veces, estas locaciones eligen personificarse o alinearse al local desde donde se esconden y ofrecen una decoración envidiable.

Warnes es uno de ellos. Se encuentra en la avenida homónima donde recurren quienes necesitan algún repuesto para automóviles o motos. Allí, detrás de una tornería, se encuentra este restaurante con una propuesta más que ambiciosa.

Mesas de mármol, sillones, butacas de cuero y ambiente tenue es la utilería que más abunda en un ambiente moderno y misterioso.

En cuanto al menú, juegan con diferentes combinaciones. Frutas, verduras y fermentos son algunas de las perlitas que se pueden encontrar. Una amplia variedad de vinos y una barra con unos largos metros de longitud embebe a la carta con cocktelería de autor. 

Para conocer mucho más, ingresá acá.