El formato 3×3 de básquet nació en la calle, pero lo que empezó siendo algo recreativo, paulatinamente se transformó en una modalidad cada vez más competitiva.

 

Nació en la calle, sí. Pero con el tiempo ganó jugadores y adeptos, fanáticos y seguidores. Las estadísticas acompañaron el avance de la pasión. De las cortadas y callejones, se trasladó sin escalas a las canchas de los clubes, parques y plazas. Había que profesionalizar el entusiasmo de la cada vez más creciente pandilla. El formato 3×3, una modalidad reducida y más dinámica del básquet tradicional, con el tiempo se instaló en los barrios, al punto de volverse algo serio.

En la última edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizó en Buenos Aires en 2018, el deporte se convirtió en disciplina, y el equipo masculino de 3×3 derrotó a Bélgica en un final para el recuerdo. El equipo femenino, cabe destacar, llegó hasta cuartos de final.

 

Ahora bien, si tenés interés en practicarlo, hay cuestiones que deberías saber. Lo básico.,el ABC de la actividad. Porque no es cuestión de rebotar y encestar. En principio, se juega en una dimensión menor a la de una cancha clásica, algo así como la mitad de una convencional.

Luego del típico sorteo, ambos teams rotan entre ataque y defensa. Formados por tres jugadores (claro), tan sólo se puede realizar un cambio, así que atenti con los suplentes, porque acá sí tienen importancia. La dinámicaes sencilla: el primer conjunto en anotar 21 puntos o más gana el partido, siempre y cuando suceda antes de los 10 minutos estipulados por el reglamento. Pero ojo, porque si al cabo del tiempo establecido ninguno superó esa marca, gana el que tenga mayor puntaje.

 

Sin embargo, en el caso de existir un empate, se dará un minuto de descanso y luego se jugará un tiempo adicional, el cual durará hasta que un equipo logre anotar 2 puntos. Una situación similar al gol de oro en el fútbol.

 

Entre bloqueos y dribblings, la modalidad se fue consolidando en el ámbito local. Los pibes y las pibas con el tiempo se organizaron, y comenzaron a diagramar sus propias partidas, bajo la excusa de compartir un momento agradable. La facilidad del número de participantes que se requiere es uno de los motivos principales de la preferencia.

 

En ese contexto, no resulta extraño que las competencias se multipliquen a lo largo y ancho del país, convocando cada vez más jugadores y despertando el interés de propios y extraños. De esa forma, surgió en Buenos Aires uno de los eventos más representativos y convocantes de la escena: La 3×3 Liga, que ya tuvo ocho ediciones de manera ininterrumpida. El torneo, que desde 2012 se conoce como “La 3×3”, cuenta con premios, estadísticas, fotos, ascensos y descensos, tribunal de disciplina, cada vez más equipos y todo lo necesario para la práctica de la actividad.

 

Según los organizadores, “el foco está en los jugadores que quieren retomar el ejercicio, o sumar más competencias, pero tienen dificultades para encontrar más jugadores”.

 

Y aclaran que los equipos se arman de tres a seis players, que juegan un partido a la semana en las sedes del torneo durante cuatro meses, dos veces al año, “donde árbitros oficiales, planilleros y fotógrafos harán de la jornada un momento espectacular”.

 

Ante la creciente demanda, inclusive la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) debió incluir la modalidad en su Torneo Federal. Es así que todos los equipos forman parte de esta competencia, que dispondrá del mismo calendario, por lo cual en la mayoría de los casos se completarán 24 juegos de Fase Regular.  

 

Las primeras ocho divisiones acceden después a un octogonal final que se define en una única sede con dos grupos, semifinales y finales.

Para saber más sobre las competencias regionales, podés ingresar en el sitio oficial de la CABB. De igual manera, si te interesa participar en Buenos Aires, te sugerimos que revises la web de La 3×3.